Antes de adentrarnos en definiciones técnicas, nos gustaría que hoy y por unos instantes hicierais un poquito de retroceso histórico para saber cuándo fue la primera aparición histórica de una bomba.
Una bomba es una maquinaría que, por medio de energía suministrada procedente de partes mecánicas en movimiento, desplaza tanto pequeños como grandes volúmenes de fluidos en continuo o bien en discontinuo.
Históricamente se tiene constancia de una bomba allá por el siglo II a.c, y a todos nos sonará el nombre del inventor griego Arquímedes. Arquímedes inventó el tornillo que lleva su nombre (bomba que se sigue utilizando, por ejemplo, en depuradoras para elevar el agua).
El tornillo de Arquímedes permite, como hemos mencionado, elevar cantidades de fluido, las elevaciones no son muy grandes. Durante el mismo periodo, apareció una bomba capaz de elevar el fluido a alturas mayores como 20 y 30 metros (la noria). Allá por el 1600 se creó el primer sistema de biela/manivela siendo las primeras bombas de émbolo accionadas por la fuerza de los brazos humanos.
Al llegar la época industrial y la llegada del vapor (siendo utilizado como fuerza motriz), las bombas fueron remodeladas hasta tal punto que era posible bombear desde zonas profundas.
Actualmente las bombas están diseñadas con tecnología que permite saber todos los parámetros en los que trabaja.
Para un sistema de calefacción/refrigeración y/o agua caliente sanitaria existen dos tipos. Dichas bombas son las que más se utilizan:
- Bomba de rotor húmedo: está compuesta de una hidráulica centrífuga tradicional, el fluido bombeado circula por el interior de la capsula del rotor, refrigerando el motor y lubricando los cojinetes. Dicha bomba es sencillas, no suelen sufrir fugas. Las bombas de rotor húmedo deben instalarse siempre con el eje del motor en posición horizontal, debido a la necesidad que tienen el motor de ser lubricado y, evitando obstrucciones.
- Bombas de rotor seco: las partes que entran en contacto con el fluido están separadas del motor. Contiene un motor de tipo IEC estándar refrigerado por aire que puede llevar un eje extendido al que se fija el rodete. El eje de la bomba va sellado por una junta de superficie de contacto, compuesta por dos anillos y un muelle que une dichos anillos a presión.
Existe la posibilidad tanto en húmedo como en seco tener bombas de cabezal doble, estas bombas han tenido principalmente un funcionamiento auxiliar en el caso de averiarse la bomba principal. En la actualidad estas bombas se instalan para asegurar y garantizar una mayor eficiencia medioambiental por su bajo impacto en el ambiente, ya que el segundo cabezal o la segunda bomba se activa si la primera bomba llega a su máxima capacidad de bombeo.
También en la actualidad de utilizan bombas de caudal variable, estás bombas permiten tener un sistema eficaz. Estas bombas con caudal variable, la salida del caudal es independiente de la velocidad de la bomba, por lo que el caudal del fluido desplazado por cada revolución es variable. Estas bombas se recomiendan cuando se quiere realizar la instalación de repartidores de costes en edificios con calefacción central.