En las instalaciones térmicas, debido a ser circuitos en los que circula un fluido a alta temperatura, es necesario instalar un purgador en puntos estratégicos del sistema. Pero, ¿Qué son los purgadores? En el artículo de hoy trataremos de esclarecer brevemente su concepto y su funcionamiento básico.
¿Qué es un purgador?
Un purgador de vapor es una válvula automática (actualmente se instalan automáticas) o bien manuales, que permite la liberación de los gases concentrados dentro del circuito que podrían provocar un mal funcionamiento del sistema. Y es que tener aire dentro del circuito cerrado puede provocar ruidos, un mal intercambio de calor o incluso la corrosión del sistema.
Para poder eliminar del sistema dicho aire, existen diferentes tipos de purgadores, pudiendo ser manuales, termostáticos de presión equilibrada, termostáticos bimetálicos, mecánico de boya cerrada, mecánicos de cubeta invertida o termodinámicos.
Tipos de purgadores
- Los purgadores manuales suelen instalarse en los radiadores, sirven para evacuar el aire acumulado en los emisores (radiadores).
- Los purgadores de presión equilibrada funcionan mediante la expansión de un líquido en una pequeña cápsula, permitiendo que la válvula se cierre cuando detecta temperaturas cercanas a la del vapor saturado.
- Los purgadores bimetálicos dilatan un elemento bimetálico cerrando la válvula cuando detecta una temperatura cercana a T de vapor.
- Para los purgadores de boya cerrada juegan con la diferencia de las densidades entre vapor y condensado permitiendo que el flotador abra o cierre la salida.
- Los purgadores de cubeta invertida juegan con la fuerza que ejerce el vapor en el fondo de una cubeta permitiendo el cierre o la apertura del sistema.
- Los purgadores termodinámicos actúan por la diferencia de velocidad que tiene el vapor y el condensado.
¿Cómo funciona un purgador?
En función de su utilidad dichos purgadores serán instalados en los sistemas de calefacción. Para purgadores mecánicos se utilizarán para controlar la temperatura del sistema y en función de los parámetros a controlar se instalan para controlar velocidad, presión, etc.
Para sistemas solares existen purgadores que permiten mantener un equilibrio del sistema en cuestión. Dado que el líquido que circula en el primario puede hacer elevar la temperatura del sistema. Pueden incluso liberar grandes cantidades de aire de los circuitos hidráulicos incluso a niveles de presión y temperatura muy elevados. Los purgadores permiten tener un sistema equilibrado y especialmente seguro.
Mencionado anteriormente, los purgadores manuales, seguramente los que todos tenemos en mente, se utilizan para los radiadores. Por lo general no deberíamos manipular los purgadores del sistema de calefacción en nuestro hogar, sólo en el caso de haber vaciado el sistema, cuando se tiene una pérdida o bien si se ha llenado el sistema con bastante agua en el circuito.